El mes de enero está por terminar… ¿ya diseñamos nuestro plan de negocios?

Si no se ha realizado ya, entonces, en verdad nunca es tarde; y usar el ciclo natural del año es una forma habitual de establecer un calendario de trabajo habitual para la empresa. Además, es práctico ajustarnos a la misma dinámica de los tiempos de nuestros clientes y asociados.

Pero, ante todo, definir cual será nuestro próximo destino o meta, nos da la oportunidad de visualizarlo de forma clara; y nos permite diseñar las acciones necesarias para llegar a dicho objetivo.

Parece fácil como lo describo… porque en verdad lo es.

Como responsables de la empresa debemos tener claros los parámetros de éxito, esto significa definir cómo sabremos si hemos logramos el propósito, al final del periodo o en algún momento de este. Dichos parámetros permiten visualizar si nos estamos desviando de la ruta, también para identificar los factores o acciones que ocasionan o propician el no llegar a la meta.

Los objetivos y metas pueden ser muy diversos como: el propósito de la empresa, las aspiraciones de sus dueños o la dirección que induce el mercado. Pensemos que ejemplo de esto es el crecimiento en las ventas o los proyectos; abrir una nueva oficina o crecer la platilla de colaboradores; incluso el desarrollar proyectos muy específicos en alguna geografía nueva. No hay límites, aunque de forma natural estarán vinculados a la naturaleza y estilo de la empresa, de los directivos u otros axiomas como una misión y visión corporativa.

El éxito de la definición de un objetivo y por consiguiente el éxito mismo de la empresa, está fundamentado en que el objetivo sea claro y preciso, sin olvidar que debe tener características que permitan medir su avance. Si visualizamos el crecimiento en ventas, debemos definir cual será volumen adicional que se busca y en que tiempo. En el ejemplo de crecimiento en la plantilla de colaboradores, será crítico establecer su cantidad, pero también las habilidades y capacidades que deben demostrar, considerando un calendario que plasme los periodos de reclutamiento, selección, contratación, inducción, capacitación y habilitación en la empresa.

Lo que quiero decir es: si podemos medir, podremos darnos cuenta si estamos fallando en la estrategia y corregirla a tiempos; claro, siempre y cuando estemos monitoreando el nivel de avance del objetivo.

El seguimiento es tan importante como la definición del objetivo de forma clara y medible. De nada sirve tener objetivos a los cuales no se les de seguimiento y se analice su progreso. La intención del seguimiento es permitirnos como empresarios, afinar las estrategias durante el periodo en el cual debemos lograr los objetivos.

El plan de negocio no es el ejercicio de “perdida de tiempo” que muchos pueden creer. Es una herramienta que nos dará orientación e información importante durante todo un periodo, ayudándonos a tomar decisiones que encaminen las actividades de la empresa para lograrlos. Así que pido me disculpen por mi insistencia: diseñe su plan de negocios cuanto antes.

Nosotros ya tenemos nuestro plan de negocios para 2020, con objetivos concretos y motivantes. Y no debe quedar lugar a duda que nuestros clientes y asociados serán importantes en cada acción de aideas consultants and services. Son nuestro camino al éxito.

Ing. Héctor Maldonado Morales – CEO

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